Los suicidios constantes es una de las tantas muy buenas novelas de misterio que nos ofrece John Dickson Carr. Si bien el eje de la trama gira en torno al cuarto cerrado - un hombre cae desde 20 mts de altura, de una habitación cuyo único acceso estaba cerrado por dentro-; la ambientación – un castillo de Escocia - , la caracterización de los personajes, y el tono humorístico en que están contadas muchas situaciones, - casi como en una comedia de enredos - hacen de esta obra, un muy entretenido relato que desde ya, recomendamos.

“El encargado llegó corriendo al oír dos llamadas hechas por dos manos diferentes, y se encontró con dos personas en actitud de gran dignidad, que trataban en forma incoherente de contar sus respectivas versiones de los hechos.”
