El "Cuarto Cerrado"

· Cuarto cerrado,Edgar Allan Poe,Gastón Leroux,John Dickson Carr,El género policial en la literatura

Hay un subgénero, muy común dentro de la narrativa policial, que es el de los crímenes de “cuarto cerrado”. El caso es simple, alguien muere en una habitación aparentemente inaccesible desde el exterior… ¿Suicidio o asesinato? Y, en este último caso, ¿cómo se cometió el crimen?

Desde Edgar Allan Poe, con sus Crímenes en la Rue Morgue en adelante, casi todos los autores del género han planteado este tipo de misterio en sus obras, como por ejemplo Gaston Leroux con su Misterio del cuarto amarillo.

En la llamada edad de oro de la novela detectivesca, entre las dos guerras mundiales, cuando se entendía la novela de detectives como un ejercicio intelectual, proliferaron este tipo de novelas, hasta el punto de que el problema del cuarto cerrado pasa a ser el eje de la novela, ocupando muchas páginas y restando importancia a otros elementos vitales, como son la motivación del crimen, la caracterización del ambiente y los personajes, etc. Además, muchas veces, se exageraba la situación haciendo que la forma en que se cometían los crímenes transgrediera groseramente el principio de verosimilitud, y que la explicación del crimen sea forzada.

John Dickson Carr, fue un escritor norteamericano que se especializó en este tipo de tramas, y si bien no pudo eludir las debilidades antes mencionadas, dotó a sus novelas de otros elementos que minimizaron esta situación. Tal como se lo presenta en las ediciones del Septimo Círculo,

“Sus obras policiales, que ya pasan de cuarenta, combinan hábilmente la rapidez de la escuela americana con el rigor intelectual de la escuela inglesa. Se distinguen por su planteo increíble, por un desarrollo ortodoxo y por una solución impecable”